Los hoteles pretenden ofrecer la mejor experiencia posible a sus clientes. Por eso cuidan hasta el último detalle. Eso incluye, cómo no, el olor que desprenden dependencias y habitaciones. Escoger el ambientador adecuado es una decisión más importante de la que parece.
Está demostrado que un olor agradable incrementa el tiempo de permanencia de un cliente en un establecimiento. Esto en un hotel se traduce en una mayor estancia de los huéspedes dentro de las instalaciones, con la posibilidad de que aumente el ticket por persona.
Hay individuos sensibles a los estímulos olfativos. Rechazan con rapidez los lugares que desprenden un olor desagradable. Por otro lado, aunque es cierto que cuesta más, se sienten arropados por aquellos aromas que les generan buenas sensaciones. El ambientador debe integrarse en un escenario envolvente conformado por la iluminación, el mobiliario y el servicio. Los clientes no solo desean que un hotel esté limpio y ordenado, sino también que huela bien.
Para los gerentes esto abre un dilema. ¿Cómo crear esa sensación sin desestabilizar el presupuesto? Héctor, responsable de compras de un hotel de Calviá (Mallorca), nos dice que todos los productos de limpieza y droguería los compra en un mayorista. Busca que su proveedor le ofrezca calidad, buen precio y variedad. Que no se quede en los clásicos ambientadores con olor a pino o a lavanda que se utilizan en casi todos los hoteles. Esto le ha llevado a efectuar compras en Stocknet Valles, un distribuidor de productos de limpieza para la industria y el comercio ubicado en Palau i Solità de Plegamans (Barcelona). Y es que claro, buscar calidad y precio en un establecimiento que utiliza productos de limpieza todos los días es clave para mantener un margen de beneficio que haga viable económicamente el hotel.
Suministros de limpieza y droguería en un hotel.
Los hoteles tienen distintos espacios atrayentes para el público: el restaurante, instalaciones como el spa o la piscina, zonas ajardinadas o al aire libre, pero son las habitaciones el espacio principal. Después de todo, el cliente ha alquilado una habitación por unos días, todo lo demás son servicios extra.
La idea es que cuando el huésped se instale dentro de la habitación, no tenga que desempacar los artículos personales que ha llevado consigo para el viaje. No se trata de que el cliente se sienta en la habitación como en casa, sino mucho mejor. Que disfrute de una experiencia única, fuera de lo habitual. La web Curso de recepcionista de hotel remarca lo importante que es, en este aspecto, la lista de suministros para una habitación. Tan importante, si cabe, que la limpieza diaria de la misma. Por eso, la dirección del hotel y las camareras de habitación deben preocuparse de reponerlos cada día y que no falte de nada. Dentro de los suministros de habitación se encuentran:
- Suministro de mobiliario. Aquí encontramos la mesita de noche, un armario con caja fuerte o un revistero, consiguientemente nutrido por revistas que puedan ser del agrado de los huéspedes y otras que le proporcionen información sobre la zona.
- Suministro de cabecera. Alfombrillas antideslizantes a ambos lados de la cama, para que el huésped se pueda levantar descalzo, sin problemas.
- Suministro de mesita de noche. En la mesita de noche, además de tener un dispositivo telefónico, debe contar con una lista impresa de números de teléfono, tanto de las extensiones del hotel como de otros teléfonos de interés de la zona.
- Suministro mesa central. En ella se debe encontrar información sobre los horarios y servicios de lavandería, restaurante y spa del hotel, la lista de precios y alguna pieza decorativa central.
- Suministro de ropa. Incluye el albornoz, pantuflas y toallas, que se cambian diariamente.
- Bandeja de hospitalidad. Esta bandeja se repone cada día, no solo en la fecha de entrada. En ella se incluyen bolsitas de té, café, cacao, azúcar, leche en polvo, chocolatinas, así como recipientes desechables para prepararse la bebida y agua con un dispositivo para calentarla. En algunos hoteles tienen instalados, en la habitación, pequeñas cafeteras de cápsulas.
- Suministros de minibar. Aunque sabemos que el minibar se paga aparte, este debe ser abastecido diariamente con ciertas bebidas y snacks que puedan ser del agrado del cliente, invitándoles a su consumo.
- Suministros de aseo personal. En el cuarto de baño se debe reponer cada día los utensilios y productos de higiene personal que pueda necesitar el cliente: peine, cepillo, jabón para las manos, gel, champú, jabón de afeitado, etc.
- Rellenar el dispensador del ambientador. Este es el toque final que crea un ambiente agradable para que el huésped se sienta acogido cuando regrese a la habitación. Actualmente, los hoteles optan por ambientadores líquidos que son liberados periódicamente por un dispensador.
Aromas frescos.
Los ambientadores de los hoteles son como fragancias. Despiden notas de salida cuando son liberados y otras de fondo que perduran durante más tiempo. Si el ambientador es propulsado por un dispensador que se acciona periódicamente, el aroma de la habitación se va renovando en círculo, como si se estuviera renovando el aire.
El aroma del hotel crea un código corporativo. Forma parte de los recuerdos que el cliente se lleva del establecimiento, y los que le pueden hacer que regrese, más adelante, en un momento dado. El ambientador, por sí solo, no tiene un poder de seducción tan grande, pero actúa articulado con la decoración y el servicio del hotel. Por eso es interesante que esté en sintonía con el conjunto.
Estas son algunas fragancias que están triunfando en los hoteles españoles:
- Olor a mar. Son aromas que recuerdan el romper de las olas sobre el cuerpo o las gotas que se desprenden del choque del oleaje embravecido contra el acantilado. Presentan notas de salida de cítricos o manzana verde, que van dando paso a un aroma de musgo y madera.
- Jungla tropical. Es una explosión para los sentidos. Una combinación de aromas cítricos, enormemente revitalizantes, que con el pasar de los minutos se transforman en menta, té verde o hierba buena sobre una base de ámbar, musgo y almizcle.
- Aromas elegantes. Se trata de fragancias idóneas para hoteles de interior que desean aportar un toque de distinción. Suelen emplear notas de salida con aroma a naranja o mandarina que se van cediendo protagonismo a tenues reminiscencias de olores florales como la rosa, el jazmín o el narciso, para morir dejando un rastro de sándalo.
- Fragancias exóticas. En su elaboración se utilizan productos naturales como las leches de coco o de cacao. Evocan lugares lejanos o momentos idílicos, como un atardecer frente al mar. Son olores relajantes y seductores, con aperturas con olor a albaricoque o a higo sobre una base de vainilla o almizcle.
- Cerezo en flor. Este es otro de los aromas empleados en los hoteles. Combinan el aroma de la cereza con una base de fresa ácida o de dulce melocotón.
La diferenciación en los hoteles.
Este verano pasado se ha superado el volumen de turistas que recibía nuestro país respecto a antes de la pandemia. Si bien, se aprecia una cierta variación, el tiempo medio de las estancias se ha reducido considerablemente. Ha pasado de 13 días a 7. Esto está motivado por las consecuencias en la economía doméstica que está generando la inflación. La revista digital We are marketing afirma que si la diferenciación de los hoteles es un aspecto importante, ahora, es más necesario que nunca.
Los hoteles deben conocer que es lo que buscan sus clientes e ir un poco más allá. Sorprenderles. Superar sus expectativas. En este aspecto priman las experiencias personalizadas. Ofrecer al cliente aquello que le apetece hacer, haciendo que se sienta especial, no que se le trata como al resto de los usuarios.
Por tanto, cada hotel debe plantearse diferenciarse de su competencia. Se trata de cooptar al turista ofreciéndole una experiencia única y que se plantee estar en el hotel más tiempo del que tenía previsto, y si eso no es posible, que en un futuro se proponga volver.
Hoy, los hoteles han dejado de ser meros alojamientos en un lugar de destino vacacional para convertirse en reclamos turísticos por sí mismos. Muchos usuarios seleccionan un hotel por los servicios que ofrece por delante de su ubicación geográfica. Es el caso de los hoteles spa o de otros que cuentan con restaurantes con estrella Michelín.
Para hacer que un modelo diferente de hotel prospere, no solo es importante como nos lo planteamos, sino también como le llega a la gente. Es crucial todo el tema del marketing y la difusión. La presencia en internet, el trabajo en redes sociales, etc. Esto atrae a personas interesadas, pero no dejan de ser promesas. Al huésped se le conquista una vez está dentro del establecimiento. Dentro de ese proceso de seducción está el perfume y los ambientadores que emplearemos en las habitaciones y en las estancias.
Puede parecer una cosa trivial, pero el ambientador que se usa en el hotel es algo importante. Forma parte de aquellos elementos que pueden marcar la diferencia.