¿Contratar a un abogado para que haga de mediador?

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Hoy en día, los abogados se encuentran en un entorno muy dinámico, que se caracteriza por un número cada vez mayor de abogados, tamaños cada vez mayores de despachos de abogados y una mayor especialización e internacionalización. También es cada vez más fuerte el deseo de los clientes de soluciones diferenciadas, lo que significa que los abogados tienen que lidiar con procedimientos alternativos de resolución de conflictos para poder satisfacer las necesidades de sus clientes. La mediación está pasando cada vez más a primer plano y muchos abogados ya la ven como una oportunidad para ampliar sus habilidades de asesoramiento y su gama de servicios.

Mediación: ¿qué es?

En general, se entiende por mediación un procedimiento de resolución extrajudicial de conflictos en el que, de conformidad con la ley 07/2017, las partes en conflicto intentan llegar a un acuerdo sobre la solución de su conflicto de forma voluntaria con el ayuda de un mediador. La mediación no sólo se utiliza en conflictos familiares, sino también en disputas comerciales, disputas internas, disputas con vecinos o disputas con las autoridades. El objetivo de la resolución extrajudicial de disputas es alentar a las partes en conflicto a desarrollar una comprensión objetiva de su propia situación y la de su socio en el conflicto para luego desarrollar decisiones conjuntas que sean jurídicamente vinculantes para ambas partes y proporcionen una solución sólida y sostenible. En el contexto de la mediación, se intenta contribuir a la comprensión personal de las partes en conflicto para sentar las bases de su futura relación. Las partes en conflicto no hablan a través de sus abogados, sino directamente entre sí y no se intercambian cartas ni documentos escritos.

Comprender el papel de un mediador legal

Los profesionales de Mediación Santander, nos explican su día a día: durante la mediación, las partes en conflicto deciden por sí mismas cómo y con qué acuerdo debe resolverse el conflicto. Por lo tanto, la autoridad para tomar decisiones recae exclusivamente en las partes contendientes y no en el mediador. Ayuda a las partes a negociar constructivamente entre sí para encontrar una solución a su conflicto. Sin embargo, un mediador debería haber completado una formación amplia y práctica para poder apoyar a las partes en conflicto en sus esfuerzos por llegar a un acuerdo desde un papel neutral. Es responsable de garantizar un enfoque estructural de la mediación y su secuencia cronológica lógica. Un mediador legal sólo está autorizado a realizar esta actividad si puede demostrar una formación adecuada. Por regla general, un abogado realiza una formación adicional como mediador, que le permite desempeñar su labor de mediador. A diferencia de un mediador que no es abogado, el mediador abogado tiene la ventaja de que puede asesorar jurídicamente a los mediadores y, en última instancia, elaborar contratos jurídicamente válidos según las ideas de los implicados y prepararlos para su firma. Además, está obligado a guardar secreto profesional, lo que garantiza la confidencialidad de la mediación. Además, un mediador legal está obligado por ley a contratar un seguro de responsabilidad profesional.

Dado que un mediador puede ser considerado personalmente responsable de los daños autoinfligidos, el mediador legal tiene la opción de que la compañía de seguros compense cualquier daño causado. Otra clara ventaja de un mediador legal es que trabaja independientemente de cualquier instrucción de una autoridad, por lo que puede cumplir mejor su papel como tercero neutral. Pero eso no significa que un mediador legal pueda hacer lo que quiera. El colegio de abogados responsable comprueba que los mediadores judiciales cumplan con sus obligaciones profesionales, incluida la facturación correcta a los clientes. Si se presentan denuncias, se pueden iniciar procedimientos disciplinarios que, en el caso de infracciones especialmente graves, pueden desembocar incluso en un procedimiento de expulsión profesional.

¿Qué gana un mediador legal?

En general, no es posible determinar el importe de los costes incurridos en el procedimiento de mediación. Esto se debe a que en un acuerdo de mediación con el mediador, las partes en conflicto deben acordar la remuneración del mediador, por lo que el monto de la remuneración puede variar de un caso a otro. Cuando se trata de mediación, suelen existir dos modelos de remuneración: una remuneración fija y una remuneración basada en el tiempo invertido. La ventaja de una tarifa fija es que los mediadores saben desde el principio cuál será el coste máximo de la mediación. En la segunda variante, el mediador legal recibe una remuneración por horas o por días libremente acordada. Este es también el método habitual de remuneración, ya que a menudo no está claro cuánto tiempo durará el proceso, por lo que no se pueden hacer declaraciones precisas sobre el importe de la remuneración global. Las tarifas por hora pueden variar de entre 100 y 300 euros. En general, el importe de la remuneración de los abogados se basa en las disposiciones del Real Decreto 1331/2006, de 17 de noviembre.

Para ello, el abogado que actúa como mediador debe celebrar un acuerdo de honorarios con el cliente. Si no se ha llegado a ningún acuerdo, la remuneración se determinará según las disposiciones del Real Decreto 1331/2006. No hay una respuesta clara sobre si la normativa se aplica a los mediadores judiciales. Sin embargo, dado que el mediador legal no representa a una sola parte, las cosas podrían resultar problemáticas en los detalles. La facturación de los honorarios de mediación como honorarios comerciales según la Ley 5/2012, de 6 de julio, no siempre está garantizada y debe comprobarse caso por caso. En cualquier caso, los honorarios de contingencia que surjan en caso de una mediación exitosa no pueden facturarse.

Noticias relacionadas

Scroll al inicio