Revisa tu privilegio. Escoge un disfraz de Halloween divertido sin ofender a ninguna persona

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Una vez terminado el verano, el otoño refresca las temperaturas y despliega sus colores marrones y anaranjados de hojas secas sobre las aceras de nuestros barrios. Entonces, las personas nos preparamos para vivir la noche más tenebrosa y oscura del año… la noche de Halloween. Según nos cuentan en National Geographic, esta festividad encuentra su origen en un ritual celta conocido como Samhain, que solía celebrarse en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre para señalar la llegada del invierno y, con él, el año nuevo, el fin de la cosecha y el recuerdo de los muertos. Entre las costumbres asociadas a este día, existe una práctica especialmente divertida. Hablamos del disfraz de Halloween, que se pone en relación  con la antigua utilización de máscaras para ocultar el rostro y, así, despistar y ahuyentar a los fantasmas. Es por ello que los trajes más comunes se vinculan con la idea de dar miedo o asustar. 

Aunque hasta hace muy poco tiempo, la celebración de esta fiesta solía ser mucho más común en los Estados Unidos, en la actualidad es también un gran evento en el territorio español. En muchas ciudades, los escaparates se decoran con telas de araña y cabezas de calabaza; y los bares y discotecas ofrecen fiestas temáticas en las que el disfraz es prácticamente obligatorio. Lamentablemente, algunas personas aprovechan esta ocasión para hacer burla de culturas extranjeras o minoritarias, así como de grupos socialmente oprimidos. Esta circunstancia lleva a que mucha gente no pueda vivir con tranquilidad y alegría, lo que debería ser una noche especial y divertida por motivos como  la ansiedad y el estrés que puede generar sentirse objeto de escarnio por parte de otros grupos más privilegiados.  

En este sentido, una de las cuestiones más polémicas, ampliamente abordada y criticada durante los últimos años, es la práctica conocida como blackface, que consiste en que, gente blanca, se pinta la piel de negro, como si la raza fuese un disfraz en sí mismo. Colectivos antirracistas han denunciado este hecho como una falta de respeto hacia las personas negras o racializadas, debido a la dolorosa historia de esclavitud, persecución, exterminio, marginación y exclusión a la que se han visto sometidas solamente por su color de piel. Lo mismo ocurre con otro tipo de disfraces, como aquellos que consisten en hacer sátira de otras culturas, así como de grupos grupos sociales oprimidos como pueden ser las personas con discapacidad, con enfermedades mentales, o en situación de pobreza. Por todo ello, lo que para unos es motivo de risa, para las personas afectadas puede resultar un momento muy delicado e incómodo. 

Está claro que, el objetivo de quienes eligen estos atuendos, no suele ser el de hacer daño o herir sensibilidades y, normalmente, surge como un síntoma de la desinformación imperante en la sociedad o de la falta de concienciación sobre el privilegio individual. Por este motivo, y para que no haya lugar a dudas, en este texto queremos ayudarte a elegir un disfraz de Halloween divertido y que no ofenda a nadie. ¿Estás preparado/a?

Revisa tu privilegio y practica la empatía

Los disfraces pueden variar dependiendo de la persona que los vista. No es lo mismo que una mujer asuma el rol de otra mujer a que lo haga un hombre; o que una persona racializada se disfrace de un personaje popular de su propia cultura, a que lo haga un blanco o persona ajena. Lo primero que debes hacer para no meter la pata es: revisar tu privilegio. Una vez lo hagas, si hay algo dentro de ti que te dice que ese disfraz puede molestar, lo mejor es que cambies de idea y te decantes por otra opción. Hay miles de posibilidades que no tienen por qué hacer sentir mal a nadie. 

Como decíamos, el blackface es una de las cuestiones más polémicas de la actualidad. Aunque tu intención no tiene por qué ser mala, lo mejor es que no pintes tu piel, ni te apropies de culturas que no son la tuya. Los disfraces de indígenas africanos, indios, o chinos, son realmente ofensivos y racistas, ya que suponen la burla hacia una cultura que, en muchas ocasiones, ha experimentado un gran sufrimiento y crueldad por parte de personas que formaron parte de la cultura de quien se está disfrazando. Asimismo, imitar los comportamientos de personas con condiciones médicas concretas como enfermedades mentales, ceguera, parálisis, etc. son prácticas muy crueles consideradas capacitistas que pueden llegar a ocasionar mucho dolor en quienes lo están experimentando de verdad. En realidad, elegir un disfraz que no haga daño, es tan sencillo como practicar la empatía, y existen muchísimos disfraces variadas y originales que pueden convertirse en la mejor elección para tu fiesta de Halloween. Aquí te damos algunas ideas. 

Opta por el terror clásico: brujas, fantasmas, monstruos, criaturas mitológicas, etc. 

La literatura y el cine clásico se han ocupado de crear un inmenso imaginario de personajes de ficción que nos aporta una buena cantidad de posibilidades, las cuales, sin lugar a dudas, no van a ofender a nadie. En esta línea, el terror fantástico de brujas, fantasmas, monstruos o criaturas mitológicas son una opción muy acertada que siempre triunfa.  Si no sabes dónde encontrar el modelo más divertido, en La casa de los disfraces cuentan con un amplio catálogo especializado en este tipo de  trajes. 

Superhéroes o villanos 

Los amantes de los cómics o de las sagas de superhéroes, también pueden encontrar una gran variedad de nombres de personajes de ficción en libros y películas de Marvel o DC… Los míticos trajes de Spiderman, Batman, Hulk, Superman, Wonder Woman, etc., siempre causan furor y, además, dan mucho juego para estar de fiesta. 

Personajes del cine moderno

El cine actual también ha creado personajes muy fáciles de reconocer. Películas, sagas o series como Harry Potter, El señor de los anillos, Stranger Things, etc. también pueden ser una gran opción. 

Celebridades

Las celebridades han pasado a convertirse en personajes verdaderamente reconocibles de nuestra cultura visual. Por ese motivo, asumir el rol de un famoso o famosa, puede ser una muy buena opción. Céntrate en su estilo de ropa, profesión o manera de actuar, pero recuerda que la piel y la cultura de esa persona no son disfraces.

Objetos

Esta es una de las opciones mas divertidas de todas y, con toda seguridad, no ofenderá a nadie. Los objetos inanimados son una elección genial. Deja volar tu imaginación porque hasta el objeto más inesperado puede convertirse en el disfraz más gracioso de la fiesta: bolígrafos, teléfonos, coches, plantas, etc. Puedes elegir lo más loco que se te ocurra. 

¿Ya sabes de qué te vas a disfrazar por Halloween? ¡Esperemos que disfrutes mucho de la noche más tenebrosa del año!

 

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