Vacaciones en casa o de alquiler

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Se trata de una duda existencial que acomete a muchos. Aquellos afortunados que pueden permitirse viajar y tomar vacaciones durante larga temporada o varias veces al año, se plantean en numerosas ocasiones, si es mejor comprar una segunda residencia o alquilar la casa en vacaciones (esto incluye cualquier tipo de alojamiento). La respuesta puede parecer sencilla, pero no lo es. Hay muchas cuestiones que plantearse a la hora de tomar esa decisión.

Como nos comentan nuestros amigos de Romer Playa Inmobiliaria, profesionales del sector inmobiliario, adquirir una vivienda en propiedad como segunda vivienda, puede ser tan ventajoso como engorroso. Depende de cada caso. A priori puede parecer ideal: te compras tu casa en la playa y todos los años te vas a veranear a ella. Esto esta muy bien cuando eres un animal de costumbres, te gusta ir siempre al mismo sitio y tener otra vivienda en propiedad, no te supone un excesivo gasto. Porque si, una casa vacía, también conlleva gastos.

Actualmente las opciones de alojamiento temporal son tantas que no queda muy claro si comprar una segunda vivienda, es una buena opción. Si eres una persona a la que le gusta viajar y conocer lugares nuevos, la respuesta esta clara: rotundamente no. Comprar una segunda vivienda no es una buena idea, salvo que pretendas invertir.

Sin embargo, lo más usual es que este dilema, surja a personas que, teniendo ya su vivienda habitual y una buena posición económica, contemplen esta posibilidad de adquirir una segunda vivienda para poder disfrutar de sus momentos de vacaciones o pasar algunas épocas del año en otro lugar.

Para despejar dudas, o intentarlo, vamos a exponer algunas de las ventajas y desventajas que ofrece tanto el alquiler como la compra de una segunda vivienda.

En España, miles de residentes, eligen, año tras año el mismo destino para pasar sus días de vacaciones. Las razones son diversas: entorno, precios acordes con el presupuesto, raíces… eso conlleva a la pregunta en ciernes: paso tanto tiempo aquí que ¿por qué no comprar una casa y dejar de pagar alquileres? En tal caso, posiblemente, sea una excelente idea. No obstante, el problema reside en que desde el punto de vista económico, adquirir un inmueble para utilizarlo solo durante la temporada de turno, resulta significativamente más costoso que alquilarlo.

Alquilar tiene sus pros

Como decimos, en la actualidad, las opciones de alquilar una segunda vivienda, son cada vez mayores. Adaptadas, ajustadas, personalizadas, a todo lujo, estancias cortas, horas, meses… en estos momentos, el sector, ofrece de todo.

Plataformas de internet, facilitan notablemente esta tarea, poniendo al alcance de un clic, el alquiler de un apartamento turísticos por el tiempo que sea, intercambiar viviendas directamente con los propietarios, en diferentes ubicaciones… Otra opción, más novedosa es inscribirse en sistemas de falsa copropiedad, llamadas a si porque no ofrecen propiedad de la vivienda sino solo un alquiler. Esto se conoce como timeshare y dispone de unas diferencias entre derecho de uso y copropiedad real. Pero es una opción que existe, funciona y vale la pena tener en cuenta.

Una de las principales ventajas de alquilar una vivienda para pasar tus vacaciones es la flexibilidad. El destino es modificable, no implica permanencia ni existen contratos de penalización, te olvidas de gastos de mantenimiento, impuestos y posibles cargas que pueden derivarse de una propiedad.

Aun así, no todo son ventajas. Desventajas hay. Los inconvenientes existen y hay que tenerlos en cuenta. Por un lado, no siempre se tiene un control real sobre el estado en el que se encuentra el inmueble. La red, está plagada de anuncios engañosos con fotos que son más que engañosas, fraudes o gastos ocultos. Puedes alquilar una vivienda y al llegar a ella, encontrarla en mal estado, sucia o con los electrodomésticos sin funcionar.

En el caso de las formulas basadas en derecho de uso, además se suma el inconveniente añadido no poder elegir las fechas que quieres. En este supuesto hay que adaptarse a los requisitos que establezca el aparta hotel.

Teniendo estos factores en cuenta, tanto sus pros como sus contras, podemos encontrar un equilibrio entre ambos. Los alquileres de segunda vivienda no son tan malos ni tan buenos. Solo es cuestión de las necesidades y gustos de cada persona en función del momento concreto.

Por un lado, la comodidad de elegir el destino y en función del mismo, buscar el alojamiento, sin tener que estar corriendo con gastos durante todo el año, no limita tanto como si la propiedad es tuya. En este caso, siempre vas a pasar tus vacaciones en el mismo lugar. Aunque a muchos esa idea, les encanta.

Comprar tiene sus contras

Podríamos decir que la principal desventaja de comprar una segunda vivienda (y la primera), es la necesidad de realizar un desembolso económico importante para su adquisición. Si a este “pequeño” inconveniente, se le añada la dificultad que plantean los tramites administrativos y legales, esos que tanto nos gusta hacer con Hacienda y los Impuestos de Transmisión Patrimonial, entre otros.

A parte de que, como ya decíamos, encorseta tus vacaciones y limita tu espectro de destinos. Fácilmente se cae en la rutina cuando ya tienes tu vivienda en la playa. Por otro lado, una vivienda, requiere de un mantenimiento, conlleva gastos y es necesario echarle un vistazo de cuando en cuando, para no llevarte sorpresas.

A favor, lógicamente, tiene sus cosas: la principal ventaja es que estas haciendo una inversión en ladrillo, algo que siempre te va a resultar beneficioso. Las propiedades son valiosas, aunque valgan poco. En el caso de cambien las preferencias personales o las condiciones del mercado, puedes ponerla en venta y obtener capital para adquirir otra vivienda en otro lugar. Aunque esto luego no es tan sencillo, evidentemente, se trata de una opción.

Además, por el mero hecho de tratarse de tu propia vivienda, siempre sabrás como te la vas a encontrar cuando llegues y los gastos asociados que conlleva. Se trata de la opción perfecta cuando tienes un destino de vacaciones favorito y te gusta volver al mismo cada año. Facilita la planificación de las vacaciones, sabes donde vas a estar en cada momento, lo que hay en el entorno, las posibilidades que ofrece, etc.

Como podemos comprobar es que, según el caso particular de cada uno, lo que para algunos es un pro, para otros es un contra. Lo que a unos atrae a la hora de adquirir una segunda vivienda en propiedad, a otros les genera rechazo y viceversa.

Compro y alquilo

A modo de contrapunto, tenemos el que compra y alquila. Es decir, adquiere una vivienda en propiedad, con la finalidad de lucrarse de ella y obtener un rendimiento cuando no la este utilizando. Este hibrido entre el alquiler y la compra, es la opción más factible si quieres tener tu casa en la playa o la montaña, o donde más te guste y, sacar rentabilidad cuando no la ocupes que es casi todo el tiempo. En este caso, con los beneficios, te alquilas otra vivienda en otro destino para disfrutar, cada vez de un lugar diferente.

Esta opción, tan atractiva, no esta exenta de contras. Tampoco es la panacea, lógicamente. Comprar la vivienda, conlleva sus trámites, sus gastos, sus gestiones de mantenimiento… sobre todo a la hora de ofrecerla en alquiler por temporadas. Hay que ocuparse de todo lo relacionado con el arrendamiento, tener la casa en condiciones para el inquilino, asegurarse de que cuando se marcha esta todo en orden. Cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes, etc.

Aun así, tienes tu casita para ti, cuando la quieras.

Ante cualquiera de las opciones, existe una posibilidad que siempre hay que tener en cuenta: dejar que otros hagan el trabajo por ti. Afortunadamente, existen profesionales, plataformas y diversos medios que se encargan de gestionar a la perfección, este tipo de cuestiones vacacionales.

Tanto si quieres alquilar una casa para las vacaciones, como si quieres comprarte una segunda residencia, o si quieres combinar ambas, puedes recurrir a expertos en la materia que se encarguen de llevar a cabo todos los tramites.

Si buscas alquiler, te encontrarán el adecuado o puedes hacerlo a través de las diferentes plataformas, detrás de las que se encuentra personal cualificado. Elegir destino, fecha, días y extras, a un solo clic, además de poder comparar precios y encontrar ofertas.

La compra implica estar presente en algunos momentos, pero si cuentas con profesionales que se encarguen de la gestión, solo tendrás que acudir en los momentos clave.

En el caso de alquilar esa vivienda que ya has comprado a tercero, igualmente, puedes recurrir a los profesionales que se dedican a hacer de intermediarios. Se ocuparan de la gestión, el mantenimiento y la comprobación de lo necesario antes y después de la visita de cada inquilino. Lo único que tiene que hacer el propietario es recaudar.

Las opciones son cada vez más variadas. Encontrar el alojamiento ideal para pasar las vacaciones solo entraña una dificultad extrema: son tantas las posibilidades que cuesta muchísimo decantarse por una. Sin embargo, esa misma diversidad es la que permite que cada vez, resulte más fácil viajar.

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